Era luz
y eras tú.
Mi palabra
se hace momento y misterio.
Silencios imposibles vigilan la noche.
Me deshago del pasado dejando huellas en el ocaso.
Pronunciando tu nombre con la resignación maloliente
que en vano, despliega senderos en el mar de tu cuerpo.
Abro ventanas a medida que el amanecer golpea mi puerta.
Clavando sombras de espuma
en las cadenas que enlazan el vértigo de mi deseo,
a los murmullos de tu nombre.
Susana Násera
2 comentarios:
Eras luz y eras palabras, a la vez.
Un abrazo.
¡Muy bonito escrito!
Un abrazo.
HD
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