Está la poesía escrita y los versos marchitos.
Las palabras merman
consumiéndose en la intimidad de silencio,
desvaneciéndose en el reposo,
golpeando como piedras el metal de las horas.
Se pierde la poesía en un instante,
en otra vida,
como una plegaria de diamantes
adormecidos por la aurora.
Las palabras merman
consumiéndose en la intimidad de silencio,
desvaneciéndose en el reposo,
golpeando como piedras el metal de las horas.
Se pierde la poesía en un instante,
en otra vida,
como una plegaria de diamantes
adormecidos por la aurora.
3 comentarios:
La poesía nunca se pierde, a pesar de que sus versos queden marchitos por el tiempo. Siempre pasará un lector, un poeta, un alma sensible que la recoja, la lea y cierre los ojos un instante.
Un abrazo.
Coincido con Rafael.
La poesía qudará temblando en el aire, esperando provocar un sentimiento, una lágrima, un suspiro...
Besos
Pero en tus palabras hay poesía que emociona. Beso
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