Sonríe mientras corres.
El aire acaricia tu piel maltratando tu rostro.
Sonríe.
Déjate llevar por el viento que empuja tu cuerpo
haciendo que llegar a la meta sea posible.
Cierra los ojos.
Siente, siente el agua empañar tu boca
llenando tus labios de sed.
Esa sed que hace que la vida llegue a tu cuerpo
elevándolo.
Sonríe mientras corres y no pienses en nada más.
En la cumbre está el destino.
Hay que llegar al final y contra viento y marea,
intentar ganar.
4 comentarios:
Presiento ese galope a través de tus versos.
Un abrazo.
Un encanto tu poema.
Abrazo Ana?, o Susana?
Soco, ana es un seudónimo que utilicé mucho tiempo en el blog anterior.
Mi nombre real es Susana.
Un abrazo
Hermoso poema!! Beso
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